Nunca supimos cómo, pero un día sus voces invadieron el blog. Intentamos sacarlas con todo: Delete, atrás, prt scn y el borrador de paint, echamos lavandina en la pantalla, Ctrl-Alt-Del, control X, y hasta llegamos a borrar el blog para descubrir al día siguiente que los ocupas habían logrado abrirlo de nuevo.
Con el tiempo, y tras sacrificios al dios del internet entre varias infrutiles estrategias más, nos dimos cuenta que no se irían. Decidimos entonces darles este espacio para que expresen sus rarezas… ¿Quién sabe? Tal vez así se cansen y se vayan.
agosto 23, 2013
La voluntad de ser feliz
¿Cómo no levantarme con una sonrisa
todos los días si con solo salir a la calle el fresco aroma de los suburbios me
refresca la piel y eriza la mente? Ya sea una radiante mañana de primavera
donde el sol refleja los variados colores de la alegría, o un sombrío anochecer
de invierno tras la transluciente llovizna que cristaliza las ramas de los
desnudos árboles, siempre encuentro un motivo para sonreír.
La tristeza no existe. Podríamos
argumentar que es la ausencia de felicidad. Algunos más reacios lo discutirían
sin siquiera pestañar, jalando de sus amargados pasados los negros razonamientos
que entristecen las calles de la ciudad. Pero mi experiencia demuestra la
veracidad de mi afirmación. Es voluntad lo que me hace ser feliz: levantarme
con el pie correcto y apoyar el peso de mi existencia sobre él no irradia
emoción cual regador de jardín. Por lo contrario, creerme feliz sí logra que lo
sea.
Es el simple poder de una flor. A veces me
encuentro paseando sin rumbo cuando su belleza escondida golpea mis sentidos.
Entonces me agacho y siento su dulce aroma acariciando mi nariz. Mis ojos se
inundan con el fresco estupor de su suave imagen. Y es ese momento en el cual
la recojo con delicadeza cuando comprendo lo que implica ser feliz.
Sin poder borrar la sonrisa de mis
brillantes ojos recorro emocionado las calles de la turbulenta ciudad. Nunca
dejará de sorprenderme cuan alborotada es, tan estrepitosa como la falta de
calma en el océano del oeste. Pero entre sus aguas mi mirada busca un depósito
de esperanza. Y hasta divisarlo mi cuerpo no objeta ante esta ajetreada tarea.
Finalmente lo veo; aquel ser humano cuya vida lo aplasta y no le permite ver
los colores que hay en ella.
Con resolución me dirijo a él. ¿Cómo
puede ser que sintiendo el aroma del fresco aire de la calle no sea feliz? Por
ello todos los días lo detengo y sonriéndole le entrego mi flor. Perplejo, el
individuo me mira con la desconfianza propia de un corazón en llamas,
enceguecido por la bajeza que considera que es el mundo. De ser mujer, los ojos
le tiemblan con temor. Y al ser hombre, con desentendimiento. Pero esta última
reacción la dejo tras de mí, pues mi tarea se cumple en el momento en que la
perplejidad de la situación deja lugar al encanto y apreciación de la flor.
¿Cómo no ser feliz ante tan sublime objeto?
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Muy bueno Maty!!!!
ResponderEliminarNatali
Natali,
ResponderEliminar¿Cómo puede parecerte bueno semejante delirio? Cuando uno considera que semejante grandulón va por la calle sonriéndole a los pajaritos y las flores me dan ganas de zarandearlo un poco a ver si por ósmosis o al menos fuerza bruta quizá puedo transmitirle un poco de sentido común.
Tremendo ignorante es el que puede ver la miseria que llamamos vida y decir "¿Cómo no ser feliz ante tan sublime objeto?". A ver, Amadeo querido, o largas la droga matutina o en tu cumpleaños te regalo un poco de mi mala vivir. Tal vez así dejes de poner entradas tan irreales en el futuro.
No sin rencor,
Carlitos.
Es su voluntad de ser feliz lo que hace que dentro de una flor encuentre tantos sentimientos y sensaciones. Solo la persona que realmente este deseando o deseo ser feliz podra entender este texto... Vos no seras uno de ellos.
ResponderEliminarSaludos no cordiales.
Natali
Carlitos, loco, ya esta cansando tu actitud cerrada a todo! La vida es una lucha contra el aburrimiento, por el movimiento. Hay que buscar! a alguno le gustan las florcitas y el vientito, a otro trabajar todo el día y se queda corto, las variables son infinitas por eso no hay recetas, hay que buscar! Algo hay que puede sacarte por un rato al menos esa cara de traste, por ahí va! Loco!
ResponderEliminarLas variables son infinitas, pero el resultado siempre es el mismo. Dolor. ¿Qué es peor? ¿Buscar y no encontrar, o ni siquiera buscar? El primero sólo te lleva a la frustración, el segundo por lo menos te da una excusa. Me cansé de buscarle un rumbo a mi vida. Aceptar que no lo tiene es aceptar quién soy. Aceptar que no soy nada es ponerme el valor que me merezco. "Somos como una gota de agua en el inmenso mar, pero sin esa gota, al mar le falta algo". Qué loco, nunca ví que nadie se escandalice porque a éste mar le falte la gota que soy yo.
EliminarAmadeo podrá vivir en su nube de pedos, pero si no flatulás constantemente esos pedos se desvanecen y volvés a la nada. Yo por lo menos no construyo una fachada sinsentido ni me quedo en la hipocresía.