Nunca supimos cómo, pero un día sus voces invadieron el blog. Intentamos sacarlas con todo: Delete, atrás, prt scn y el borrador de paint, echamos lavandina en la pantalla, Ctrl-Alt-Del, control X, y hasta llegamos a borrar el blog para descubrir al día siguiente que los ocupas habían logrado abrirlo de nuevo.

Con el tiempo, y tras sacrificios al dios del internet entre varias infrutiles estrategias más, nos dimos cuenta que no se irían. Decidimos entonces darles este espacio para que expresen sus rarezas… ¿Quién sabe? Tal vez así se cansen y se vayan.

agosto 18, 2013

La rutina de ser un pasto

Arranco el día unas horas antes de que salga el sol. Las gotas de rocío del crepúsculo son las encargadas de despertarme, refrescando mi rostro. Poco después llega la fresca matinal, aquel viento suave y amigo que tiene por misión despabilarme y moverme a la acción. El corolario de este maravilloso comienzo del día que tengo todos los días, es obviamente el sol: ese centro de fuego y amor que broncea mi piel y alimenta mi sueño de cambiar el mundo.
¿Qué lástima ser un pasto no?
El rocío no encuentra ningún rostro en mí para refrescar, y en cambio se dedica a empaparme por completo. Imaginen despertar cada mañana siendo arrojados a una pileta… bueno si, exagere! Mala mía.
Pero te decía que era una lástima ser un pasto. O si no pregúntaselo al viento que cada mañana se propone moverme a la acción, y sin embargo no logra arrancarme de mi estatismo natal.
El sol encima gasta sus rayos derrochando su capacidad de bronceado, en una cosa verde como yo, que jamás pero jamás se planteó cambiar el mundo.
Decime una cosa humano… Sí, vos que me pasas por arriba cada día, ¿te pareció hermoso todo lo que describí sobre mis mañanas, no? ¿O acaso vivís encerrado en esas cuatro paredes de cielo bajo y gris, y todas las mañanas te perdés el espectáculo?
Preferís lavarte la cara con agua de la canilla y escuchar una horrible alarma en lugar de ser despertado por las gotas de rocío en tu cara, ¿no es cierto? Siempre te perdés la brisa matinal por quedarte escuchando noticias en la radio o porque prendes la tele, y contás con los dedos de una mano los amaneceres que viste en tu vida. Total, que carajo te importa alimentar el sueño de cambiar el mundo y broncear tu piel, si vivís refugiado en vos y tu egoísmo.
No te puedo explicar lo que daría por ser espectador de esta obra de arte que cada mañana sufro en carne propia, y así poder ver el reflejo del sol en mi verde piel, con ese olorcito que largo cuando estoy recién bañado por el rocío.
Te cuento algo más porque seguro que nunca pensaste en lo que sufrimos los pastos y todas las plantas compañeras del jardín cuando llueve un día entero. ¿Alguna vez estuviste bajo una ducha 24 horas seguidas? Es un parto! Aunque no sepa bien que significa esa palabra, suena a que es algo doloroso y eso es precisamente lo que sufro yo: dolor.

Igual no quiero andarme quejando de más porque realmente agradezco vivir acá en buenos aires. ¿Te conté de mi primo? Ese que me lo arrancaron de mi lado para replantar su vida? ¿Sabes dónde está ahora? Al pobre lo enterraron en una granja experimental en el amazonas, donde hace de alimento para unas vacas que parece ser que se la pasan comiendo. Me contó también que ahí llueve que da calambre, que es un clima tan extraordinario que cada pasto crece 10 cm en un solo día. La primera vez que experimento ese milagro sintió que la gloría merodeaba por su vida y tuvo un atisbo de felicidad. Pero después entendió, y hoy su existencia es una condena: lo dejan crecer un día, al otro día es mordisqueado salvajemente hasta la raíz y al tercer día se repite el ciclo.

Así está hace ya 3 meses. Sufrimiento nao tem fin.

3 comentarios:

  1. Vos te quejas de tu vida siendo un pasto? Ojala yo fuera un pasto inutil y nadie esperara nada de mi.

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  2. Antonio Carlos Jobimagosto 27, 2013

    http://www.youtube.com/watch?v=oHlKjeHKIYI, de la pluma de mi amigo Vinicius,

    La felicidad es como una gota
    De rocío en un pétalo de flor
    Brilla tranquila
    Después de poco oscila
    Y cae como una lágrima de amor

    Pero la misma pluma escribe ¡¡Chega de saudade!! Chega, chega, basta! y eso creo que es una actitud en la vida, para cualquier pasto o el mismo sol. Tristeza e a melancolia, que não sai de mim, não sai, sai! Pero siempre están esos días que solo podes agarrar una bossa en la guitarra y regodearte de saudade

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    1. Como siempre, el humano siempre siendo humano.. Antonio, ¿te diste cuenta que te usaste de ejemplo?

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