Arranco el día unas horas antes de que salga el sol. Las
gotas de rocío del crepúsculo son las encargadas de despertarme, refrescando
mi rostro. Poco después llega la fresca matinal, aquel viento suave y amigo que
tiene por misión despabilarme y moverme a la acción. El corolario de este
maravilloso comienzo del día que tengo todos los días, es obviamente el sol:
ese centro de fuego y amor que broncea mi piel y alimenta mi sueño de cambiar
el mundo.
¿Qué lástima ser un pasto no?
El rocío no encuentra ningún rostro en mí para refrescar, y
en cambio se dedica a empaparme por completo. Imaginen despertar cada mañana
siendo arrojados a una pileta… bueno si, exagere! Mala mía.
Pero te decía que era una lástima ser un pasto. O si no pregúntaselo al viento
que cada mañana se propone moverme a la acción, y sin embargo no logra
arrancarme de mi estatismo natal.
El sol encima gasta sus rayos derrochando su capacidad de bronceado, en una
cosa verde como yo, que jamás pero jamás se planteó cambiar el mundo.
Decime una cosa humano… Sí, vos que me pasas por arriba cada
día, ¿te pareció hermoso todo lo que describí sobre mis mañanas, no? ¿O acaso
vivís encerrado en esas cuatro paredes de cielo bajo y gris, y todas las
mañanas te perdés el espectáculo?
Preferís lavarte la cara con agua de la canilla y escuchar una horrible alarma
en lugar de ser despertado por las gotas de rocío en tu cara, ¿no es cierto?
Siempre te perdés la brisa matinal por quedarte escuchando noticias en la radio
o porque prendes la tele, y contás con los dedos de una mano los amaneceres que
viste en tu vida. Total, que carajo te importa alimentar el sueño de cambiar el
mundo y broncear tu piel, si vivís refugiado en vos y tu egoísmo.
No te puedo explicar lo que daría por ser espectador de esta
obra de arte que cada mañana sufro en carne propia, y así poder ver el reflejo
del sol en mi verde piel, con ese olorcito que largo cuando estoy recién bañado
por el rocío.
Te cuento algo más porque seguro que nunca pensaste en lo
que sufrimos los pastos y todas las plantas compañeras del jardín cuando llueve
un día entero. ¿Alguna vez estuviste bajo una ducha 24 horas seguidas? Es un
parto! Aunque no sepa bien que significa esa palabra, suena a que es algo
doloroso y eso es precisamente lo que sufro yo: dolor.
Igual no quiero andarme quejando de más porque realmente
agradezco vivir acá en buenos aires. ¿Te conté de mi primo? Ese que me lo
arrancaron de mi lado para replantar su vida? ¿Sabes dónde está ahora? Al pobre
lo enterraron en una granja experimental en el amazonas, donde hace de alimento
para unas vacas que parece ser que se la pasan comiendo. Me contó también que
ahí llueve que da calambre, que es un clima tan extraordinario que cada pasto
crece 10 cm en un solo día. La primera vez que experimento ese milagro sintió
que la gloría merodeaba por su vida y tuvo un atisbo de felicidad. Pero después
entendió, y hoy su existencia es una condena: lo dejan crecer un día, al otro
día es mordisqueado salvajemente hasta la raíz y al tercer día se repite el
ciclo.
Así está hace ya 3 meses. Sufrimiento nao tem fin.
Vos te quejas de tu vida siendo un pasto? Ojala yo fuera un pasto inutil y nadie esperara nada de mi.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=oHlKjeHKIYI, de la pluma de mi amigo Vinicius,
ResponderEliminarLa felicidad es como una gota
De rocío en un pétalo de flor
Brilla tranquila
Después de poco oscila
Y cae como una lágrima de amor
Pero la misma pluma escribe ¡¡Chega de saudade!! Chega, chega, basta! y eso creo que es una actitud en la vida, para cualquier pasto o el mismo sol. Tristeza e a melancolia, que não sai de mim, não sai, sai! Pero siempre están esos días que solo podes agarrar una bossa en la guitarra y regodearte de saudade
Como siempre, el humano siempre siendo humano.. Antonio, ¿te diste cuenta que te usaste de ejemplo?
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